Instituto de Estudios del Antiguo Egipto
¿Por qué los egipcios dejaron de construir pirámides?
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Un ingeniero defiende que la oscilación térmica habría deteriorado los revestimientos de las pirámides.
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Al perder la cubierta, la piedra de su estructura queda expuesta con lo que es más vulnerable.
El ingeniero de estructuras Peter James llegó a Egipto con una tarea, asegurar el liso revestimiento de la Pirámide Acodada; sin embargo, acabó trazando una nueva teoría de por qué los egipcios dejaron de construir una de sus características edificaciones.
Según los primeros exámenes que James realizó, la estructura principal de esta pirámide situada 40 kilómetros al sur de El Cairo (Egipto), era completamente estable, pero su 'envoltura' se había deteriorado considerablemente y “de una manera aparentemente aleatoria, sin signos de muescas de andamios temporales o de cualquier corte simétrico de los bloques” que pudiera sustentar las teorías sobre que el revestimiento había sido eliminado por ladrones oportunistas, recoge The Atlantic.
En su estudio de la pirámide, publicado en la revista de ingeniería Estructure, James afirma que dada la irregularidad del daño, que “parece causado por la mano de un gigante”, podría estar causado por el “movimiento térmico”, es decir, la expansión y contracción de la piedra caliza con las fluctuaciones de temperatura ha molido las rocas y ha cambiado sus posiciones.
En Dahshur, ciudad que también da nombre a esta pirámide, la oscilación térmica media es de unos 37ºC, de los 40ºC de día a los 3ºC de noche, lo que afectaría a la piedra de la pirámide. Según lo analizado, la expansión térmica ha generado que los bloques se desplacen hacia los bordes, donde acaban desprendiéndose y cayendo.
A medida que las piedras se mueven, el polvo y la arena caen y llenan los espacios entre otras rocas. Al quedar estos espacios llenos de arena, el espacio de cada roca para expandirse o contraerse con la oscilación térmica se reduce, lo que con el tiempo acaba “empujándolas” fuera de su posición.
“Multiplica este movimiento sin fin por el número de días que la pirámide lleva erigida y tienes la razón por la cual toda la 'carcasa' exterior se ha trasladado hacia los extremos, en los que está colapsado o desplazado contra los bloques que se mueven en dirección opuesta y luego caen”, explica James.
Esta pirámide es una de las mejor conservadas, lo que permite una oportunidad única para estudiar su proceso de deterioro. En opinión de James, es precisamente su “imperfección” técnica en la estructura (en comparación con otras pirámides posteriores) lo que ha permitido que su cobertura se conserve. “En la medida en que los egipcios desarrollaron técnicas de construcción más precisas, eliminando los huecos entre las piedras, las estructuras eran menos capaces de absorber los flujos y reflujos de piedra caliza”, precisa el ingeniero, con lo que la perfección de sus construcciones se convirtió en su error: sus lisas fachadas se rompen por la precisión de su construcción.