Instituto de Estudios del Antiguo Egipto
Sin armas, los guardias no pueden proteger el patrimonio egipcio
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Egipto necesita los turistas tanto como las aguas del Nilo. Desde el 25 enero de 2011, cuando comenzó la revolución que puso fin al régimen de Hosni Mubarak, el número de visitantes ha caído en picado. Su extraordinario patrimonio también ha salido mal parado de la inestabilidad política, que ha propiciado los robos de piezas, las excavaciones ilegales y los saqueos de yacimientos, como admite preocupado el ex ministro de Antigüedades Zahi Hawass Damietta, 1947) durante una entrevista con EL MUNDO.
Sin su emblemático sombrero, vestido con traje y ofreciendo una imagen distinta a la habitual, el Indiana Jones egipcio está de visita en Madrid para participar en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en la que su país ha desplegado sus encantos para intentar recuperar los turistas perdidos. Una tarea para la que ha vuelto a contar con su egiptólogo más famoso. «Nuestro país vuelve a ser un lugar seguro.. Se están perdiendo la magia de Egipto y las maravillas que tenemos. Ni un solo turista resultó herido durante las revueltas. Si no se atreven a ir a El Cairo, que vayan a Luxor, que es totalmente seguro», asegura
P ¿Tienen una estimación de las piezas robadas en los museos que todavía no han sido recuperadas? ¿Cuál es la situación ahora en los sitios arqueológicos?.
R.-Sólo quedan por recuperar 28 piezas de las que fueron robadas en el Museo Egipcio de El Cairo, que los propios ciudadanos ayudaron a proteger. Pero el museo de Malaui, en Mynya, fue saqueado y destruido por seguidores de los Hermanos Musulmanes. Si acabas con todas las piezas de un museo, dañas también la identidad de Egipto. La situación no es buena para las antigüedades. La gente comenzó a hacer excavaciones ilegales por las noches (en Asuán se han excavado cinco tumbas), y a atacar los sitios arqueológicos, a construir ilegalmente tumbas para ser enterrados o a utilizar el suelo para cultivos agrícolas. Y sin turistas no hay ingresos para restaurar los monumentos. Dependemos completamente de ellos.
P. Recientemente se ha anunciado la desaparición de un centenar de objetos de un almacén de Isla Elefantina, en Asuán. ¿Qué saben de este robo?
R.-Así es, abrieron el almacén y se llevaron un centenar de objetos. Y al lado hay un sitio arqueológico que excavaron y en el que hallaron esas cinco tumbas. No sabemos cuándo ocurrió el robo, pero lo descubrieron el mes pasado. ¿Cómo pudieron abrir un almacén que estaba totalmente cerrado? Alguien de dentro pudo ayudarles.
P. ¿Qué medidas propondría usted para proteger el patrimonio?
R.-En primer lugar hay que detener las excavaciones ilegales. Y para detectarlas necesitamos imágenes por satélite. En segundo lugar, hay que poner fin a todos los ataques que se realizan para quedarse con el suelo. Hay que derribar las tumbas ilegales y acabar con las áreas que están siendo usadas para la agricultura. Está ocurriendo por todas partes y si el gobierno las demoliera, la gente se asustaría y no lo volvería a hacer. Por otro lado, los guardias que vigilan las antigüedades deberían ir armados para evitar los ataques, como van los policías. Sin pistolas no pueden proteger el patrimonio.
P. ¿Cuándo cree que podrá llegar a terminarse el nuevo Gran Museo Egipcio que se está construyendo junto a las Pirámides de Giza?
R.-Yo planeé abrirlo en 2015, pero ahora las obras están paradas y ni siquiera tenemos un plan. Es terrible. Necesitamos al menos 600 millones de dólares (unos 440 millones de euros) para terminarlo. Y hay otros museos que no se han completado. Por eso necesitamos la ayuda de la comunidad internacional. Porque los monumentos egipcios no sólo nos pertenecen a nosotros, sino a todos los ciudadanos del mundo.
P. Durante el tiempo que estuvo al frente del Ministerio de Antigüedades recuperaron 5.000 piezas que habían salido ilegalmente de Egipto. ¿Continúa el gobierno con esa labor?
R.-No con el empeño con el que lo hacía yo. Trabajé mucho para que los alemanes nos devolvieran el busto de Nefertiti [está en el Neues Museum de Berlín]. Hay otras cuatro piezas clave que tienen que volver a Egipto: la piedra Rosetta (en el Museo Británico de Londres), el Zodiaco de Dendera (en el Louvre de París), la estatua del arquitecto de la Gran Pirámide (en Hildesheim, Alemania), la estatua del arquitecto de la segunda Pirámide [de Kefrén, en el Museo de Bellas Artes de Boston). Y añado la estatua de Ramsés II en el museo egipcio de Turín. Son objetos únicos y yo estuve a punto de lograr que nos los devolvieran antes del comienzo de la revolución. Peleé mucho y reforcé los criterios científicos necesarios para excavar en Egipto, incluso impedí que el Louvre comprara cinco piezas que habían sido robadas en Luxor.
P. ¿Cómo valora los esfuerzos del Gobierno del general Al Sisi para proteger los monumentos?
R.-Creo que podrían hacer más y ofrecer un mayor respaldo al Ministerio de Antigüedades. El Ejército tendría que tener la misión de proteger nuestro patrimonio.
P. ¿Internet ha cambiado la lucha contra el tráfico de objetos robados?
R.-Nos está ayudando mucho a recuperar piezas robadas. Lo usamos a diario para comprobar si se va a subastar algún objeto robado. Si es así, detenemos la subasta.
P. ¿Cómo han reaccionado las casas de subastas como Sotheby?s o Gorny&Mosch a la solicitud de Interpol y el Gobierno egipcio de verificar la procedencia de los objetos que van a subastar?
R.-Por supuesto están preocupados. A veces colaboran y otras veces no, pero lo más importante es que seamos fuertes y perseverantes. Son objetos nuestros y deben volver a Egipto.
P. Arqueólogos de EEUU acaban de descubrir en Abydos la tumba del rey Senebkay (gobernó hace unos 3.700 años) y del que apenas tenían información.
R.-Sí, yo estaba fuera de Egipto cuando ocurrió. Estaba en América dando una conferencia. Es un descubrimiento muy importante que nos muestra una vez más que sólo hemos sacado a la luz un 30% de los monumentos. El 70% sigue enterrado. Sin ir más lejos, en el Valle de los Reyes, en Luxor, quedan tumbas por ser descubiertas.
P. ¿Qué le gustaría encontrar?
R.-La tumba de Keops en la Gran Pirámide. El robot que usamos [en 2011] descubrió que en realidad había otras dos puertas que no conocíamos. Queremos mandar otro robot para ver qué hay detrás de la segunda y tercera puerta y buscar el sarcófago de Keops, que mandó construir la pirámide, y todos sus artefactos intactos, que yo creo que están dentro. Y si hallamos esa cámara sería el mayor descubrimiento en la historia de la egiptología, más grande que el de Tutankamón.
P. ¿Cómo han cambiado la tecnología y los análisis de ADN la egiptología?
R.-El uso de la tecnología moderna está siendo muy importante. Los robots, los escáneres TC (de tomografía computarizada) o los análisis de ADN, que nos han permitido encontrar un miembro de la familia de Tutankamón o descubrir que Ransés III fue asesinado. Hemos podido escanear la tumba de Tutankamón (lo hizo por cierto un experto español) y realizar una copia que hemos llevado al Valle de los Reyes para preservar la original. Necesitamos un plan para preservar las tumbas y realizar réplicas de algunas de ellas, como la de Seti I o la de Nefertari. Si no lo hacemos, en menos de cien años estarán destruidas.
P. El arquitecto Peter James acaba de proponer una nueva y controvertida teoría sobre las Pirámides. Sostiene que fueron construidas desde dentro hacia fuera, y sin usar rampas. ¿Qué opina?
R.-No hay pruebas de que hubiera ocurrido así y personalmente no creo que esa teoría sea correcta. Continuamente surgen nuevas teorías sobre cómo se construyeron las Pirámides. Yo mismo he recopilado lo que sabemos sobre ellas en un libro, The Treasures of the Pyramids (Los tesoros de las Pirámides)
P. ¿Le gustaría volver a ser ministro de Antigüedades?
R.-Ahora me dedico a ayudar al Ministerio de Turismo. Pero si hay un gobierno estable, en el futuro me gustaría regresar para continuar lo que he empezado.